cosas
COSAS
QUE QUIERO DECIR
Tengo
en mis manos este libro “Cosas Que Quiero Decir”, de Salomé
Moltó, y no puedo menos de decir que tengo una joya de la literatura
en prosa. Desde la primera página hasta la quinta, desde la sexta a
la ciento tres, se esmera la Autora en que no falte un anhelo, una
ilusión, por lo vivido y por vivir.
Es
un “sin vivir” de esta creadora que luchó lo
indecible por conseguir la Libertad, la de verdad de la buena, no la
de falsete que nos quieren hacer creer los políticos que, en Madrid
como en todas partes, no saben más que Rebuznar.
Luchadora
de vocación y de sangre, su talento se desplegó en la ciencia de la
Vida, desde el exilio y desde su vuelta a casa, haciéndose parte de
los rumores de la gente que sueñan con la Felicidad plena,
cofundando una Revista, “Siembra”, siempre viva, con la que se
debe comulgar, ya que es una maza o peso en los rabos de los “Asnos”
que nos gobiernan, y quieren volver a las andadas de la represión,
el crimen o la tortura.
Mientras
se escuchan sendos Rebuznos aturdiendo de la Cámara, yo me leo a
esta Autora, en una terraza de un bar junto a la Plaza de Neptuno, en
Madrid, de grande admiración y asombro lleno, y no puedo menos de
decir, valga la redundancia, que este libro merece la pena leerle con
detenimiento, porque desde esa su pluma uno puede inquirir la
grandeza del Ser humano.
La
cultura, la literatura forman parte de nuestra Existencia; y me
parece conveniente advertir que es mejor leer el libro y actuar en
consecuencia. El libro se compone de 137 páginas, y la Autora ha
dado pie a catorce colaboradores, desde la página 104 a la 137 para
que, incluida ella misma, darle un final feliz al texto y hacerle más
interesante.
A
Salomé Moltó, y su “Siembra” les podemos encontrar y leer en
revistas de Arte y Cultura nacionales y extranjeras como: “Revista
Literario-Artística “Pluma y Tintero””, de España; “Centro
Cultural San Francisco Solano, de Argentina; y muchas otras, “en
pro de una sociedad más justa y libre”, como ella mismo dice; que
para eso escribe.
-Daniel
de Culla